Centro Ceres
MISIÓN.
Ceres tiene como misión realizar investigación científica, aplicada e interdisciplinaria, para impulsar modelos de desarrollo sostenible en la agricultura y los territorios rurales. El centro promueve la innovación, generando y adaptando conocimiento, desarrollando tecnologías, abriendo espacios de diálogo, creando redes y facilitando procesos de aprendizaje. Ceres trabaja con y para la comunidad, con el fin de mejorar la calidad de vida de las personas de la región de Valparaíso.
VISIÓN.
Ceres aspira a ser un referente nacional en investigación e innovación para la sustentabilidad de la agricultura y los territorios rurales. Busca ser un agente de cambio ante problemas y demandas locales en temáticas de agricultura, ruralidad y paisaje. En un contexto global, aspira a ser reconocido como un centro que realiza investigación comprometida ética y políticamente, con base en la participación ciudadana, vinculada con el entorno social y orientada al servicio público.
HISTORIA.
En las décadas de 1980 y 1990 se produjo un boom de la agricultura en Chile. Se privilegió el negocio agrícola basado en la producción de monocultivos, con alto uso de agroquímicos. A pesar de su alta productividad, este modelo pronto comenzó a generar suelos compactados, sin vida, contaminación de napas subterráneas con nitratos, alimentos con residuos de pesticidas, entre otros efectos.
Esta situación motivó a un grupo de académicos de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso, liderados por Eduardo Gratacós, a cambiar de dirección. Se podía y debía proyectar otras alternativas para la agronomía. Era necesario proponer otra forma de tratar con la naturaleza y de concebir los territorios rurales.
El Centro Ceres nació bajo este diagnóstico y estos ideales. En una iniciativa conjunta entre la PUCV, el Gobierno Regional de Valparaíso y Conicyt, el centro fue constituido en febrero de 2011, con el nombre de “Centro Regional de Innovación Hortofrutícola de Valparaíso”.
En 2012, Ceres comenzó el desarrollo de un paquete tecnológico para la restauración biológica de suelos, orientado a predios frutícolas. Se adjudicaron los primeros 5 proyectos de investigación y se comenzó la implementación de una red de monitoreo de mosquita blanca, insecto plaga de relevancia regional.
En 2013 el centro implementó el laboratorio de cromatografía de suelos y el primer módulo demostrativo de técnicas de producción agroecológica, en una superficie de 7000 m2. Adicionalmente, se comenzó el estudio de la Apis Miellifera, recolectando información sobre las causas del colapso de las colmenas.
En 2014 se realizaron proyectos asociados a la captación y aprovechamiento de agua para la agricultura. Paralelamente, se desarrolló el primer sitio web institucional y se consolidaron relaciones con centros regionales, nacionales e internacionales. Asimismo, se generaron las primeras prestaciones de servicios a la comunidad, asociadas a capacitaciones en agroecología y cromatografía de suelos.
En 2015 el centro desarrolló un proyecto orientado a la transferencia de técnicas de compostaje para pequeños agricultores, el cual logró la reconversión por parte de sus beneficiarios a sistemas orgánicos. Ese mismo año Ceres se adjudicó dos proyectos del fondo Newton (British Council), lo cual permitió generar importantes redes con Reino Unido. En 2015 también se ejecutó el primer proyecto de fortalecimiento de capital social desarrollado por el centro, el cual permitió establecer redes formales y generar una hoja de ruta para la sustentabilidad de la apicultura en la región. Ese mismo año, se inició la construcción del actual edificio del centro, con un innovador diseño arquitectónico.
A fines de 2015 Ceres se adjudicó, con una notable calificación, el Proyecto de Continuidad del centro, con la participación y apoyo de Conicyt, la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso, la Ilustre Municipalidad de Quillota y Quintil S.A.
En 2016 finalizó la construcción del actual edificio del centro y todo el equipo humano se trasladó a dicho lugar. Se inició también la implementación de una nueva unidad productiva agroecológica de 2,2 hectáreas, do- nadas por la empresa Quintil S.A, donde actualmente se desarrolla investigación colaborativa, extensionismo y educación. El mismo año el centro se adjudicó 5 proyectos, destacando uno orientado a la revitalización del cultivo del chirimoyo, fruto tradicional del valle central de Chile, y otro destinado a fortalecer el capital social asociado a la Reserva de la Biosfera Campana-Peñuelas. Finalmente, ese mismo año, el centro publicó un manual de determinación de condición biológica del suelo.
El año 2017 se inició la construcción del auditorio del centro, bajo principios de arquitectura sustentable, y comenzó la constitución del centro en corporación. Al mismo tiempo, se inició formalmente la investigación científica en el módulo agroecológico, mediante la adjudicación de un proyecto de fortalecimiento a centros regionales de Conicyt. Durante el mismo año 2017, el centro trabajó en sus comunicaciones para afinar una identidad institucional sólida y fortalecer las comunicaciones internas. En ese marco, se constituyó el Comité de Bienestar, conformado por un integrante de cada programa, democráticamente elegido por sus pares.
En 2018 se incorporó un periodista y una asesora comunicacional al equipo de comunicaciones del centro, fortaleciendo significativamente su posicionamiento. Se inició la creación de una ‘hoja de ruta’ que identifica el estado actual y el estado deseado del centro a 10 años.
Lo anterior enmarcado en la formulación del Proyecto de Continuidad 2019-2022, proceso en el cual participaron activamente todos los integrantes del centro. Durante el mismo año, también se dio inicio a un plan de vinculación con el medio, con especial énfasis en establecimientos educacionales.
Mediante un proyecto puente de Centros Regionales, Ceres extendió durante un año su producción de conocimiento científico, extensión y divulgación. Este mismo año, inició la ejecución del proyecto FIC-R 2022, cuyo objetivo propone la construcción de un modelo de recuperación de suelo, biodiversidad y agua en la región de Valparaíso; enlistando entre sus resultados la generación de una propuesta de modelo de gobernanza de recursos naturales, un manual de prácticas agrícolas sostenibles y un inventario regional de pérdida de biodiversidad, fuentes de agua y degradación de suelos.