Con el transcurso de la pandemia por coronavirus a nivel país, varias y alarmantes cifras dieron a conocer la vulnerabilidad de la Agricultura Familiar Campesina, afectando no sólo la producción de alimentos, si no también el aumento de la inseguridad alimentaria. A esto, se sumó la declaración de escasez hídrica de la provincia de Petorca realizada por la Dirección General de Aguas durante 2020, confirmando el duro escenario que enfrenta la región de Valparaíso.
A raíz de lo anterior, centro Ceres, a través de su programa Manejo Territorial de Insectos (MTI), postuló al Concurso Chile Compromiso de Todos 2021 que realiza el Ministerio de Desarrollo Social y Familia. En este, se adjudica el proyecto “Agroecología y cadenas cortas de comercialización: estrategias para la superación de la pobreza en la Agricultura Familiar Campesina de las comunas de Cabildo y La Ligua, en tiempos de COVID-19”.
La iniciativa busca facilitar una estrategia a pequeñas y pequeños agricultores para enfrentar la precariedad que advierten diversos estudios, entre ellos, el preocupante 18% de índice de pobreza que arrastra La Ligua con una población compuesta en un 13% por adultos mayores, según declaró en 2020 la Facultad de Arquitectura, Diseño y Construcción de la Universidad de Las Américas en su investigación “Vulnerabilidad de los hogares chilenos de cara a la expansión del COVID -19”.
“Este proyecto viene a impulsar el cambio en el modelo productivo de agricultores y agricultoras de La Ligua y Cabildo, mejorando su producción y disminuyendo el costo. Y, a la vez, orientarlos en el proceso de comercialización, a través del uso de cadenas cortas que apunten a ofrecer precios de ventas más convenientes. Esto permitirá finalmente restaurar la fertilidad natural de los agroecosistemas y acrecentar sus ingresos con los excedentes”, asegura la Dra. Marta Albornoz, directora del programa MTI.
En dicho proceso, centro Ceres apoyará la transición de 20 agricultores en la categoría de Agricultura Familiar Campesina de La Ligua y Cabildo hacia sistemas de producción agroecológica. Este camino iniciará con un diagnóstico y rediseño de sus predios, lo que finalmente será modificado en colaboración con sus familias, a través de procesos de implementación participativa que incluirá tareas como la preparación del suelo, trasplante de especies vegetales, compostaje, mejora de sistema de riego, entre otros. Paralelamente, se elaborará una propuesta de comercialización en cadenas cortas que será entregada a cada beneficiario. A su vez, el proyecto contempla la creación de una plataforma web que permitirá a la comunidad visualizar un mapa con la ubicación de los predios, sus productos y datos de contacto, vinculando directamente a los agricultores con los consumidores.
Para la Dra. Albornoz, liderar este tipo de proyectos es un desafío enorme y resalta: “Todas las investigaciones que hemos realizado como centro serán aplicadas en estos sectores productivos que están muy deteriorados y esperamos que, mediante un trabajo colaborativo con los agricultores y sus familias, logremos mejorar sus sistemas y con ello su calidad de vida”.