En el marco del proyecto “Desarrollo de un paquete tecnológico, basado en la polinización natural, para revitalizar el cultivo de chirimoyo”, financiado por el Programa Regional de Conicyt, el centro Ceres realizó una gira técnica desde el lunes 20 de abril al 5 mayo por Ecuador. El viaje, orientado a difundir los avances tecnológicos e intercambiar experiencia con investigadores, profesionales, estudiantes y productores, culminó con el primer simposio internacional “Avances en investigación para la producción sustentable del cultivo de Chirimoyo”, llevado a cabo en la Universidad de las Américas (UDLAPARK) de Quito, contando con la participación de más de 150 personas.
Dicho proyecto plantea desarrollar una alternativa que complemente la necesidad de polinización manual, mejorando los resultados productivos del cultivo natural de chirimoya. Lo anterior, a través de un desarrollo de sistema productivo que incorporará el mejoramiento del microambiente alrededor de los árboles, la presencia de insectos polinizadores y su alimentación.
De esta forma, se busca impulsar e innovar en el cultivo de chirimoyo en la Región de Valparaíso, dadas las condiciones mediterráneas que tiene la zona. La iniciativa fomentará así el desarrollo de un sistema abordable para la producción natural de la chirimoya que, actualmente, cuenta con cerca de 150 hectáreas en la zona.
La gira técnica a Ecuador, que inició con un recorrido por diversas zonas de producción natural de Chirimoyo (Annona cherimola Mill), permitió a Eduardo Gratacós, Víctor Vicencio, Sophia Tobar y Álvaro Urbina, representantes del centro Ceres, compartir con agricultores de huertos de Tungurahua y del Valle de Guayllabamba. Junto con realizar una visita guiada a la colección de material genético de chirimoya, cuya recolección se realiza desde hace 40 años en la sede de Tumbaco del Instituto Nacional de Investigaciones Agropecuarias (INIAP) de Ecuador.
“El viaje fue una consolidación para nuestro equipo de trabajo, para tener una visión general de la proyección que tiene este proyecto frente a los pequeños agricultores. Nos dimos cuenta de que podemos extrapolar nuestra realidad a la de Latinoamérica frente a este cultivo que es el del chirimoyo y desarrollar un sistema que sea sustentable”, concluyó Sophia Tobar, ingeniera agrónoma e investigadora del centro Ceres. Además de agregar que existe una falta en la transferencia de conocimiento a las comunidades y un retraso en las tecnologías de cultivo.
Por su parte, el ingeniero agrónomo y entomólogo, Álvaro Urbina, concuerda con las palabras de la profesional del centro Ceres, aseverando que “fue una tremenda oportunidad intercambiar experiencias sobre variedades y manejo de cultivo con agricultores de diferentes zonas”. Y enfatizó: “Nuestra prioridad es que el cultivo de chirimoyo no desaparezca y, para ello, una de las vías es diseñar un sistema que permita un cultivo más sencillo y sostenible”.
Como cierre de la gira técnica, tuvo lugar el primer simposio “Avances en investigación para la producción sustentable del cultivo del Chirimoyo”. La instancia permitió a Eduardo Gratacós, director del centro, hablar de las características de la institución y su metodología de trabajo. Asimismo, los profesionales del centro regional pudieron mostrar los avances realizados en cada uno de los componentes del proyecto que financia el Programa Regional de Conicyt.
“Uno de los objetivos del proyecto era participar junto al Programa Iberoamericano de Ciencia y Tecnología para el Desarrollo (CITED) en la ejecución del simposio, además de generar instancias de intercambio de conocimientos. Una vez finalizado el viaje, evidenciamos el interés de la comunidad científica, quienes nos invitaron a participar en una publicación que reúne material de investigación de varios países. En los próximos meses, iremos dando término al proyecto con la elaboración de un manual de manejo técnico para la producción natural del chirimoyo y un seminario abierto a la comunidad”, enfatizó Víctor Vicencio, investigador del centro Ceres.