Con la participación de productores de chirimoya de la región de Valparaíso, centro Ceres realizó tres talleres online que dieron a conocer el desarrollo de una solución tecnológica para aumentar la eficiencia de la polinización natural del cultivo de chirimoyo. Lo anterior, mediante ponencias que entregaron recomendaciones prácticas, una estrategia de manejo de arquitectura de la planta y uso de cobertura vegetal con diversidad de especies; y la descripción de áreas geográficas con mayor potencial para la producción de chirimoyo.
Las iniciativas, enmarcadas en el proyecto I+D ‘Desarrollo y validación de una solución tecnológica, basada en una estrategia de manejo de arquitectura de la planta y uso de bandas florales para permitir la polinización natural eficiente del chirimoyo’, fueron realizadas durante los días 15 y 16 de diciembre, y 13 de enero de 2021; a través de la plataforma ZOOM. En éstas, el director de la investigación, Eduardo Gratacós, junto a los profesionales, John Labarca y Camila García, y la directora del programa Paisaje, Territorio y Desarrollo Rural (PDTR), la Dra. Roxana Lebuy, facilitaron los tres encuentros que mostraron a sus participantes un sistema que lograría disminuir los costos asociados a la polinización manual y poda, lo que se sumaría además a la reducción del daño causado por caracoles y chanchito blanco.
El primero de los talleres titulado “Arquitectura en ramas pendulares (ARP): un nuevo sistema de conducción para el chirimoyo“ dio a conocer entre los participantes que una transparente e iluminada conducción del árbol, a partir de una poda de formación y renovación simple, permitiría una madera frutal y yemas de calidad.
Posteriormente, el segundo taller “Uso de especies herbáceas para mejorar la polinización entomófila en el chirimoyo” abordó el estado fenológico de la floración del cultivo, específicamente, entender la dicogamia protoginia, es decir, cómo se desarrolla la transición de una flor estaminada a pistilada (de hembra a macho). Además de explicar cómo las altas diferencias climáticas del cultivo entre el lugar de origen de éste y las que se encuentran en Chile dificultan la polinización natural del fruto.
A su vez, durante el encuentro, el equipo del proyecto precisó los ciclos de vida de los insectos polinizadores del cultivo, donde se relevó la importancia de incluir praderas herbáceas diversas y propiciar un suelo vivo
Finalmente, la Dra. Roxana Lebuy realizó el taller “Áreas geográficas con mayor potencial para producción de chirimoyo en la región de Valparaíso”, en cuya presentación facilitó la comprensión de la biogeografía de la especie al determinar los factores limitantes para su crecimiento y producción, y aquellos elementos que favorecen las relaciones de protección del fruto.
“Este proyecto tiene por intención desarrollar una metodología de cultivar chirimoyo diferente a lo que se lleva haciendo durante los últimos 30 años. Lo primero fue descubrir que los insectos polinizadores estaban presentes, y además facilitar un sistema de conducción distinto, es decir, uno que evitara la gran cantidad de trabajo que requiere la poda, respetando en ésta la arquitectura natural del árbol”, afirmó Eduardo Gratacós, director del proyecto.