Mediante la incorporación de Unidades de Biodiversidad Funcional como herramienta para el control de insectos, agricultores de Llay Llay, Olmué y Catemu incursionan en el uso de estrategias de manejo tipo push and pull. Esta innovadora propuesta de capacitación se enmarca en el proyecto VcM “Capacitación sobre estrategias sostenibles para el manejo de plagas hortícolas, basadas en la incorporación de unidades de biodiversidad funcional tipo push and pull, orientadas a agricultores de la región” que financia la PUCV y encabeza el programa Manejo Territorial de Insectos de centro Ceres.
En cada jornada, luego de una teórica introducción al manejo ecológico de plagas, los profesionales de centro Ceres invitan a las y los participantes a sumergirse en la selección estratégica de diversas plantas que permitan atraer o repeler a insectos. Con esta sencilla maniobra, es posible desarrollar un control sobre los sistemas productivos, crear ecosistemas diversos y disminuir el uso de pesticidas.
“Como centro, buscamos acercar la ciencia a la comunidad y fomentar el valor de la agricultura regional mediante un modelo de producción sustentable”, declara Camila González, directora del proyecto VcM e investigadora del programa MTI. Para ello, se desarrollaron tres jornadas de trabajo con la participación de más de 80 asistentes en total, en las que exitosamente “la generación de espacios de interacción para el conocimiento son fundamentales, lo que se traduce en dinámicas que permiten intercambiar saberes y experiencias”, concluye la profesional.
Para Mónica Arévalo, lideresa del Núcleo de Aprendizaje Participativo (NAP) Catemu, esta estrategia le ha permitido no solo eliminar el uso de agroquímicos en la producción de sus hortalizas y frutales, sino también comprender la importancia de la biodiversidad en los sistemas agroalimentarios.
Mónica, quien lleva practicando la agricultura desde hace unos pocos años, siendo oriunda de Santiago, ve estas jornadas como un espacio de aprendizaje y, con ello, la posibilidad de estrechar lazos con sus pares. “Recibirlos en mi predio me hace muy feliz, me alegra saber que cuentan conmigo para realizar talleres, ayudando a mi comuna y a los agricultores que participan de éstos”, asegura.
Desde PRODESAL Llay Llay, esta vinculación implica asentar los lineamientos que INDAP ha ido instalando entre sus áreas de trabajo. Así lo confirma Guillermo Vásquez, coordinador técnico, quien además resalta “la entrega de herramientas y conocimiento que les permite a sus usuarios y usuarias abandonar las prácticas convencionales. Cuando nuestros usuarios ven que existen profesionales, como los de Ceres, lo traducen como un refuerzo positivo y eso nos permite guiarlos hacia manejos sustentables”.