A través de la implementación de tres labores agroecológicas e imitando soluciones basadas en la naturaleza, Centro Ceres lanzó un paquete tecnológico que busca mejorar la captura, almacenamiento y uso eficiente del agua. La propuesta, validada en diversos predios de la Región de Valparaíso, consideró la capacitación de agricultores y agricultoras mediante jornadas de aprendizaje participativo.
La demanda por agua en los últimos 30 años se ha duplicado, siendo el sector agropecuario uno de los que mayor cantidad del recurso hídrico requiere para su ejercicio. Esto, enfrentado al actual escenario de cambio climático, donde la disponibilidad de agua ha disminuido significativamente, urgen nuevas estrategias para optimizar su uso eficiente.
Para Chile, específicamente en la zona central, este nuevo contexto se arrastra desde 2010 y ha sido reconocido como un fenómeno de megasequia. Un hecho sin precedentes que incluso ha visto desaparecer los años con precipitaciones que registraban un superávit; rompiendo los ciclos de recuperación de los sistemas hídricos.
En respuesta a lo anterior, las “Soluciones basadas en la Naturaleza” surgen como una alternativa ecológica para la recuperación de los ecosistemas, teniendo múltiples beneficios. Para Centro Ceres de la PUCV, estas labores agroecológicas no son ajenas y, a través de la ejecución del proyecto FIC-R “Diseños hidrológicos basados en la naturaleza para el almacenamiento y uso eficiente del agua”; iniciativa desarrollada con aportes del Fondo de Innovación para la Competitividad del Gobierno Regional de Valparaíso en 2022, significó la posibilidad de validar en terreno un paquete tecnológico que apunta a aprovechar las aguas lluvias en sistemas agrícolas de secano.
Una propuesta que deviene de dos proyectos de Investigación y Desarrollo (I+D); de los cuales se desprendieron tres manejos agrícolas: la Técnica con Enfoque Geomorfológico (TEG) que permite la formación de terrazas y el trazado de curvas de nivel para evitar el deslizamiento de las aguas, a través de zanjas de infiltración; la aplicación de consorcios microbianos orientados a mejorar la salud del suelo; y la implementación de siembras herbáceas multiespecie, cuya capacidad natural apuntan a revitalizar y desarrollar suelos fértiles.
“Como centro, tenemos la misión de promover sistemas de producción agrícola sostenible y el buen desarrollo rural; por esto mismo, la generación de conocimiento inspirado en soluciones basadas en la naturaleza ofrecen una adecuada protección de los recursos naturales, teniendo entre sus fines la seguridad alimentaria”, comenta Carlos Huenchuleo Pedreros, director ejecutivo de Centro Ceres.
En sus palabras, el también académico de la PUCV, explicita que este tipo de iniciativas también buscan la asociatividad y colaboración entre distintos sectores, reuniendo a agricultores y agricultoras; profesionales del agro, tanto de la esfera pública como privada; e investigadores; en mismo propósito: recuperar la salud de sus sistemas agrícolas y hacer un buen uso de los recursos hídricos.
Para eso, este diseño hidrológico fue implementado en 7 predios pilotos distribuidos en cada provincia de la Región de Valparaíso. En cada uno de ellos, además, se conformaron mingas que convocaron a más de 180 participantes, entre ellos, representantes de diversas comunidades agrícolas, vecinos y vecinas, agricultores y profesionales del agro; a intercambiar saberes y conocer el uso de estas tres labores agrícolas sostenibles.
“Trabajamos buscando nuestra identidad, ellos van recuperando la naturaleza, lo que hacían nuestros antepasados. Ahí están nuestras raíces y eso es importante, volver a conectarnos; porque de haber sacado tanto del planeta, hemos destruido lo que era nuestra casa”, recalcó Rosa Estér Maturana, secretaria de la Comunidad Las Alpacas de Roco, La Ligua.